Después de los festejos
Editorial. Ahora lo sabemos: el Peronismo no estaba hecho de la misma tenaz sustancia que el PRI mexicano. La pérdida del líder epónimo y carismático debilitó rápidamente su estructura, y ahora sólo cabe esperar que el cisma plural complete la ruina de la imponente torre que por cuatro décadas le hizo sombre a toda la ciudad política argentina.